Ya se que hacía tiempo que no escribía nada, pero es que en estos tres meses me ha pasado de todo... ha habido decepciones, cambios, crisis de identidad y una desgracia familiar que al final ha quedado solo en anécdota, afortunadamente.
Pero sea como fuere, entre unas cosas y otras, no he podido escribir, y desde el movil me resulta un poco raro hacerlo.
Abandonados del todo no habeis estado, porque siempre he ido poniendo las fotos de mis nuevas creaciones, pero bueno, la cuestión es que otra vez estoy aquí, totalmente renovada y orgullosa de haber podido aprender de todos los palos que he recibido últimamente. Ya sabes, si la vida te da limones hazte una limonada, jejeje.
Y vuelvo con una tarta para mí espectacular, hecha con mucho cariño, para Daniela, una buena amiguita del cole de Silvita. Desde hacía tiempo tenía claro que su tarta era de la Sirenita y la idea me surgió casi de inmediato. Además nos hacía muchas ganas de hacerla, porque podíamos utlizar muchos colores y nuestras mentes creativas podrían darle rienda suelta a nuestro arte, jejeje. Sergio y yo estubimos de acuerdo en todo desde el minuto cero y todo salió según lo previsto. Así da gusto trabajar.
La tarta redonda de encima ha sido un invento, ya que intenté emular el pastelito "tigreton" haciéndola de bizcocho de chocolate, rellena de chocolate blanco y con una capa de fresa, pero para mi gusto quedó demasiado empalagosa. Tendría que mejorarla, como dice una buena amiga mia, cambiando el chocolate blanco por algo tipo el relleno de las galletas "oreo", todo es cuestión de probar. La cuadrada de abajo era de zanahoria cubierta de chocolate.
Todos los corales están hechos a mano, uno por uno, sin moldes de ningún tipo, al igual que las figuras, que están hechas con pasta de modelar, y el único molde que se utilizó fué para hacer las escamas de la sirenita.
En fin, un trabajazo con un resultado que me hace sentir orgullosa y por supuesto, otra tarta hecha con mucho amor.